“Cuanto me gustas», el reggae melancólico de PALO

La cantante, compositora y actríz cordobesa de 19 años sigue dando pasos firmes en la industria de la música. De la mano de Syskon Music, PALO lanzó el pasado jueves 30 de mayo su segundo sencillo. Hace seis meses, en diciembre de 2023, PALO inició su carrera como solista con su EP “Estamos Jugando”, que ya cuenta con más de 90 mil reproducciones en Spotify y 40 mil visualizaciones en Youtube. Por Florencia Sosa

PALO

– ¿Cómo fue el proceso creativo de este segundo sencillo?

– El proceso creativo de “cuanto me gustas” fue muy lindo y orgánico, fue una canción que compuse sola, en mi departamento. Estaba frustrada después de intentar varias veces escribir algo, cansada de que no me salga una idea, una inspiración, una letra. Ahí es donde busco en el fondo de mi, como me sentiría si no estuviera hoy con mi pareja, salí de mi realidad y fui hasta mis profundos sentimientos de el dolor que atravesaría mi mente y cuerpo y los primeros recuerdos que se me vienen con el.  Su letra y melodías me llevaban a lo que hoy es un “reggae melancólico” inspirándome un poco en artistas como “Dread Mar I” “Los cafres ” y así salió “Cuánto Me Gustas” que es para aquellos que recuerdan ese amor que se perdió y que en cada detalle vuelve un recuerdo que todavía duele.

– ¿Cómo son tus instancias de composición?

– Es ir al estudio de Syskon y decir: «¿de qué quiero hablar?» A veces es difícil elegir de qué hablar, intentar que la gente sienta en piel lo que uno cuenta, y por lo general uno se encasilla mucho en el amor o en el desamor y por ahí quiero salir de eso. Pero al fin y al cabo uno todo el tiempo está rodeado de amor, de familia, de trabajo, de pareja. Entonces, pienso que voy a hablar siempre de amor, pero estoy en busca de otras maneras de poner en palabras ese amor. Mis productores son los Anderson’s, llego al estudio y les muestro referencias, por ejemplo, un reggae, ellos arrancan con la producción y mientras va sonando de fondo me sale una melodía que suele salir con una palabra y ya sabés de lo que vas a hablar. Se puede crear en un día, dos, o a veces puedo estar dos semanas. Está bueno cuando sale de una y lo hacés capaz en 4 horas, y decís: «nací para esto, tengo que escribir»; y después al otro día no te sale nada.

– En ese proceso hay momentos de mucha satisfacción y otros de frustración, ¿te permitís estos dos sentimientos?

– Me pasó con la canción que dice «llueve en Buenos Aires» que estaba totalmente fascinada con lo que hice, lagrimeaba por cómo sonaba todo. Me emociono ahora al contártelo. En ese momento dije: «¡qué lindo lo que hice!» Soy fiel creyente de que si no se disfruta el proceso en el momento que llegás al «éxito» pierde toda la gracia, es un sentimiento de placer momentáneo, porque siempre vas a estar en busca de mas, que no esta mal, pero de que sirve ese “éxito” si todo lo que hubo detrás no se disfruto. El EP de cuatro temas que publiqué en diciembre de 2023 me hizo muy feliz. Hay dos canciones que las grabé hace mucho. Cuando me senté a pensar lo que hice me largué a llorar y lo escuchaba todo el tiempo. La verdad que me permito bastante vivenciar eso. 

El enojo obviamente lo tengo, a veces digo: “cómo puede ser que no me salga este tema que hace una semana estoy tratando de escribir”. Pero la verdad que John y Chris me ayudan mucho en eso, me dicen: «si nos trabamos, arrancamos uno nuevo». Por ahí uno tiene la exigencia de hacerlo ya y no termina saliendo, son como trabas que la propia mente te pone. Mi equipo también me re ayuda a cambiar ese chip. 

– ¿Qué decisión tomás vos en lo musical y cuáles tus productores? 

– Hacemos todo bastante en conjunto. Ellos al tener muchos más artistas y más experiencia tienen más melodías y letras. Me ayudan a terminar melodías que quizás yo no me di cuenta que podía hacer. Yo tomo las ideas, soy receptiva. De la misma manera, si hay algo que no me gustó mucho, digo: «esto sacalo». Porque quizás ellos tienen su percepción de cómo escuchan una canción mía y yo también tengo otra, entonces es una decisión en conjunto. Somos receptivos los tres.

– Vi algunos videos de una Palo chiquita que ya se desenvolvía en el escenario muy bien, ¿cuándo fue tu primer encuentro con la música?

– Si bien siempre hubo música en mi familia, mi primer encuentro con la música fue mediante el baile. Mi tía bailaba danza española, mi papá folklore, mi mamá danza clásica; entonces, la música estaba pero nadie cantaba, nadie hacía música. Recién cuando yo tenía seis años mi hermana Morena empieza clases de canto y esa admiración de hermana menor hacia ella que es más grande me hizo decir: «bueno, voy a probar también». Y empezamos las dos. 

– ¿Qué escuchabas cuando eras chica?

– Escuchaba mucho Floricienta, cantaba y tengo videos. Y no tengo recuerdos de otra artista. Hay un video mío de cuando era chica donde cantaba «Mil horas» de los Abuelos de la Nada, pero eso era por mi profe de canto y mi papá. Yo cantaba y lo disfrutaba. 

– ¿Soñabas con ser cantante o era un hobbie?

– Creo que desde los 6 a los 12 era diversión, si uno no sabe qué hacer de su vida a los 18-19 cuando “se supone” tiene que saber, imaginate a los 7 años. No pensaba que quería ser cantante pero sí me gustaba mucho. Entonces, sí, cuando entré a la edad de los 12 dije: «ok, me gusta mucho en serio». A esa edad se dieron un par de oportunidades de venir a Buenos Aires porque vine a cantar en Argentiniños, y se dió de grabar en un estudio con mi hermana yo tenía 11 y ella 14 años. Entonces, entramos al estudio vimos las consolas, no entendíamos mucho, era más de las películas. Ahí es donde nace un proyecto, decir: «creo que quiero esto para mi vida». Cantar, meterme en un estudio y hacer canciones.

– ¿En ese momento nace el dúo musical con tu hermana?

– Si, ahí es donde nace “PYM” de Palo y More, un proyecto que comenzó con covers en Instagram y luego música propia. Estuvimos juntas desde 2018 a 2021.

– ¿Se puede decir que después hubo un quiebre y la decisión fue tuya de salir del dúo?

– Si, más que un quiebre para mi, desde mi forma de ver, en mi fue un renacer. Cuando decidí hacerme a un lado del dúo no fue porque quería hacer mi carrera como solista, sino porque tuve un desencuentro conmigo misma. Esto que hablamos, una no sabe de tan chica qué quiere hacer. Entonces, estuvo bueno poder plantearmelo y decir: «¿quiero hacer esto?», «¿lo hago porque lo hago desde muy chica?», «no conozco otra cosa», «¿y si me gusta otra cosa?». Lo super trabajé en mi y no fue sencillo, el proyecto estaba creciendo y no podía tampoco darme el lujo de estar dudando por mucho tiempo porque teníamos una comunidad y seguidores…

– Les estaba yendo bien…

– Sí, nos estaba yendo bien. Habíamos hecho ya muchas cosas importantes para nosotras, entonces, fue difícil y si, hubo un quiebre, pero fue para que algo mejor salga. De hecho, ahora estamos las dos haciendo música como solistas, cada una con su género, con su equipo. Al mismo tiempo compartimos parte de equipo y amistades, entonces seguimos en lo mismo, vivimos juntas. La música sigue presente en nuestra relación.

– ¿Cómo se lo tomó ella?

– Bien, creo que siempre hubo mucha comunicación entre nosotras sobre lo que no nos gustaba y lo que sí. Entonces, si bien teníamos nuestras diferencias como hermanas, peleas y amor; si hubo un momento en el que yo estaba muy frustrada porque no sabía lo que quería hacer, y me daba miedo. Y todas estas emociones que sentía y no decía se mostraban reflejadas en mi cuerpo, y en ese momento me enfermé mucho. Entonces, a la primera persona que se lo quería decir fue a mi hermana porque claramente éramos un dúo. Y mi hermana me dijo: «bueno Palito, tranqui, tomate tu tiempo pero también necesito que sepas qué vas a hacer para saber qué hago yo». Se lo tomó bastante bien, y después de un tiempo se lo dijimos a nuestros papás y si bien hubo un dolor en ellos de ver que no íbamos a seguir nuestra carrera juntas, al fin y al cabo la decisión era nuestra y aunque había mucho esfuerzo por detrás, era preferible que cada una siguiera lo que quisiera y lo que la hacía feliz.

– Hablás de un renacer, un momento que podía ser una crisis lo tomaste como una oportunidad para expresarte y marcar tus decisiones personales, entiendo que un proyecto como un dúo seguramente algo cedés de eso ¿no?

– Si hubieron quizás muchas presiones que no estaban explícitas pero que uno siente también. Éramos chica, y a veces uno piensa que sí dijiste : «Sí, quiero hacer esto». Ya no podés dudar más, ya tomaste una decisión y se la dijiste a todos, si hace tres días me dijiste que lo querías hacer, ¿por qué hoy no lo querés? Pero en realidad, todo el tiempo cambiamos y se trata de estar en busca de lo que a uno le hace bien, al fin y al cabo estás eligiendo lo que vas a hacer por el resto de tu vida, es un montón. Y ya de por si a los 18 años, cuando terminás la secundaria te imponen empezar una carrera, imaginate antes de los 14. Era una lucha constante conmigo porque decía: «si desde tan chica hago esto, ¿cómo puede ser que dude?» Era tomar también la decisión y de chica pensaba que las decisiones las toman los grandes, gente adulta. Entonces, siento que muchas veces por eso me dicen que parezco más madura, en algunos momentos habré tomado decisiones que me hicieron sentir que estaba en un papel de adulto, y por vivencias o dolencias que pase en algún momento entro en ese chip en la palo chiquita de «soy grande». 

– A PYM les estaba yendo muy bien, es como retirarte en la cima, en el mejor momento. Eso también tiene una presión distinta a que si te va mal, al fracasar quizás es más fácil justificar.

– Sí, era otra de las presiones que yo sentía en ese momento, decir: «nos está yendo bien» y fui sintiendo que iba a ir mejor. Pero bueno, no importa, cuando sentis algo no hay nada que de más paz que serle fiel a ese sentimiento y a tu corazón. Siempre va a haber presión de algún lado: familia, amigos, gente que opina, hasta de tu propia cabeza,creo que se trata de frenar todo, tomarse el tiempo de ver que queres hacer en esta vida y mandarle.

PALOMA LOPEZ DIAZ

– Te tocó tener que atravesar varios cambios, venir de Córdoba a Ciudad de Buenos Aires, ¿cómo lo viviste?

– Me encanta Buenos Aires, de chica pensaba que era una ciudad muy grande y no sabía si quería venir acá. Cuando mi hermana dice: «bueno, nos podríamos ir a Buenos Aires», ya haciendo lo que cada una quería hacer, yo dije: «re». Y por suerte mis papás nos re apoyaron, nos dijeron: «las bancamos, hagan lo que les gusta, nutranse del arte, de lo que ustedes quieran y vamos viendo sobre la marcha». Y llegamos acá y nos acomodamos super rápido.

– ¿Qué extrañás de allá?

– Mucha gente dice «Buenos Aires es un quilombo, está lleno de gente, no aguanto más»; no me pasa. Si me das hoy a elegir estar en las sierras en una montaña y estar en Buenos Aires, elijo el quilombo. Pero sí, tengo a mi familia allá y amigos que es lo que más extraño. En momentos donde no tengo ganas de cocinar o de hacer cosas en las que mi mamá o papá hacían o me ayudaban a hacer es como: «quiero volver a mi casa». Pero por suerte voy bastante a Córdoba y ellos también vienen, hacemos videollamada, lo llevo bastante bien. Así que se podría decir que estoy cómoda acá, que no siento tener algo que me ate, ni estoy todo el tiempo pensando en que quiero o necesito volver. La conexión constante con mi familia y amigos me tranquiliza y me hace estar en calma acá en la ciudad en la que elijo vivir hoy.

– ¿Cómo ves el desarrollo de artistas emergentes en la industria musical argentina? 

– Hoy puedo hablar más de mi vivencia como artista en Argentina. Creo que cada uno va buscando la forma de cómo meterse en la industria de la música y no te hablo de contactos, sino de buscar. Cuando llegué a Buenos Aires no sabía qué productores había, no sabía nada. Hay que buscar las posibilidades, qué precios se adecuan más a lo que uno gana o tiene. Gracias a las redes sociales hay cantantes muy talentosos que un día a otro, por redes, por coincidencias de estar en un mismo lugar se volvieron muy conocidos. Es muy variado y versátil lo que a uno le puede pasar hoy. Hay gente que se hizo conocida siendo influencer y después sacó su música y hoy es un artista pegadisimo. Pareciera difícil entrar en el mundo de la música en Argentina pero yo te juro que si le ponés perseverancia, se puede. 

Busco la forma de ganarme mi plata para pagarme una producción. Por ahí empezás trabajando en un lugar que no te gusta o el cual no que querés para tu vida pero eso hace que vos tengas tu plata, te puedas mover y hacer una producción, hablarle a marcas para hacer fotos. Yo hice mucho eso, empecé a hablarle a personas, marcas, subir contenido. Eso es lo más importante hoy, que la gente te vea, animarte a subir un video a Instagram o TikTok, romper ese miedo o esa barrera y de ahí tener perseverancia y aprovechar lo que llega. 

– Si tuvieras que pensar en un momento ideal para vos, ¿cuál sería?

– Todos sabemos que el artista se siente pleno arriba del escenario, eso nos encanta. Pero lo que viene después de bajarse de un escenario es lo que me importa, porque si me decís que voy a estar en un festival lleno de gente, hermoso, es mi sueño; pero mi momento ideal sería bajarme de ese escenario empilchada con mis músicos e irme a mi casa o algún lugar y estar con todos mis amigos de la música y mi equipo Syskon, estar relajados comiendo algo y divirtiéndonos. 

– Hay testimonios de artistas que cuentan esto al revés, en la realidad cuando se bajan de un escenario se sienten solos.

– Sí, justamente eso es lo que no quiero, porque lo sé. Uno recibe tanto en el escenario, lo recibo yo con la gente que me va a ver, pero imaginate estar en un Lollapalooza y tener miles de personas, y toda esa gente mirándote a vos y cantando tus canciones. Ahí yo creo que deben decir: ¿qué hago con toda esta energía? Si bien la utilizo en el escenario, ¿qué hago cuando me bajo y no la tengo? Yo creo que ahí es donde viene el equipo y te invita a seguir y regular esa dopamina excesiva. 

– Eso se puede transformar en compartir. El trabajo de que te luzcas en un escenario es un trabajo en equipo. 

– Sí, totalmente. Si el día de mañana lleno un festival es por todo lo que estamos haciendo hoy como equipo, entonces, qué mejor que compartir eso con mi equipo. 

Por Flor Sosa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *