JAZMÍN SPARTA: “No quedás vacía para toda la vida, existe la chance de volver a armarte”

La artista quilmeña convirtió su dolor y experiencias personales en canciones que expresan todo lo que sintió en la etapa más oscura de su vida. Por Florencia Sosa.

jazmin

Jazmín Sparta es una sobreviviente, cuando tenía 15 años, situaciones de abuso en su niñez la llevaron a desear su propia muerte. Esa es la parte más dura de su historia, una que es recuperada en canciones que tienen como propósito consolar a otras víctimas y animarlas a creer en que es posible reconstruir la vida después del horror.

La música es el lenguaje que expresa desde su infancia, su mamá le enseñó a cantar y sus docentes la convirtieron en una profesional de la voz. Cualidad que se puede apreciar en cada una de sus obras, donde ella se desempeña como autora y compositora, tarea que realiza con lujo de detalle en cada letra y melodía.

Su participación en La Voz Argentina 2022 la llevó hasta los octavos de final, momento en el que se retiró del certámen llevándose el reconocimiento de los jurados que la consideran una gran intérprete. Meses después del programa, Jazmín lanzó su primer EP: “Rompe, paga”, que representa su mensaje de defensa y justicia.

En esta entrevista conversamos en profundidad sobre su historia y la forma en la que logró salir adelante, su desarrollo y proyecciones en la escena musical argentina.

– Sacaste un videoclip de «Ruido», tu primera canción, ¿cómo fue?

– Me llegó un mensaje por Instagram de una chica que me dijo: «soy estudiante de la UBA y tengo que hacer un videoclip, y quiero saber si podemos contar con vos». Y terminaron eligiendo mi canción Ruido, sirvió para cerrar una etapa, fue buenísima la experiencia. Quisimos representar la violencia de una forma más abstracta. Todo esto parte de una frase de mi canción que dice: «decí que por lo menos no te violó», entonces dijimos «vamos a representar esto», no vamos a poner a alguien que le pegue a otra persona, ni alguien que le está gritando. La idea fue recrear la escena donde a mi me llevan a un hospital, me dan un suero para callarme y por ese suero aparezco en un trance y me empiezan a pasar un montón de cosas. Me ahogo en agua, hay una tela que me asfixia, hay un montón de manos que me tocan la cara y no me dejan cantar la canción y después termina el video saliendo de ese trance y hay una toma donde yo tengo una luz en el pecho tipo ironman verde.

– Lo vi y me gustó mucho, muy creativos…

– La idea era cerrar mostrando que ese brillo y luz salen para afuera, es como algo propio, yo tomo mucho lo que viene de afuera y lo que sale de adentro. En este caso, la inyección,que me dieron en la ficción vino de afuera directamente a mis venas, pero terminé el video sacando una luz de adentro mío hacia afuera. A mucha gente le pareció muy fuerte, pero a mí me encanta, porque no tendrían que, pero le puede pasar a todo el mundo. Para mí no tiene mucho sentido suavizar a la hora de concientizar, de exponer y de hablar de estas cosas. 

– ¿Te quedaste contenta con el resultado?

– Sí, estuvo buenísimo. Además, empecé a trabajar esto desde que estuve en La Voz, aprender a disfrutar más el momento y estar más presente, porque a veces estás tan en shock que no te das cuenta y lo vivís muy rápido. Entonces, en estos días de rodaje me decía a mi misma: «este día nunca se va a volver a repetir, nunca voy a estar en el primer día de rodaje de mi primer videoclip y nunca sabés cuánto tiempo falta para tener una experiencia parecida próximamente”. Y fue re lindo, me gusta encontrarme con buena gente cuando trabajo. Cuando empecé a armar mi equipo, que por ahora es Tito Lopez, mi productor, dije bueno «este es mi estándar y el camino por el que quiero ir», gente con la que pueda trabajar bien profesionalmente pero también tener un buen vínculo humano y estos chicos son buenísimos.

– Tuviste que actuar, es otra faceta artística…

– De chica siempre fui muy caradura en ese sentido, tenía un canal de Youtube que se llamaba Jachu Sparta y yo tenía 11 años cuando lo abrí. Llegaba de la escuela, cumplía con mis responsabilidades y ya era día de rodaje. Decía «hoy voy a hacer un maquillaje así”, agarraba una pollera y la convertía en vestido y me iba al patio y grababa con mi celu. Muy influenciada por Disney, por Cris Morena. Pero bueno, es muy distinto a lo que fue interpretar esta situación en este video. Cuando estaba hablando con la directora y ella me iba describiendo las escenas a mi se me ponía la piel de gallina de pensar primero lo que gracias a Dios pude lograr con mi canción, porque todo lo que ella me decía era todo lo que pensé cuando escribí y ella me empezó a describir esas emociones.

– ¿Sentís que te interpretó bien?

– Ella y todo el equipo. Me empezaron a hacer preguntas, observaciones y dije: «uf, esto lo escucharon con todo, con la mente y con el corazón». Porque esta canción tiene de todo, la gente que vivió conmigo en esos momentos sabe qué significa cada frase, de hecho en las canciones que van a salir pronto, hay un montón de referencias a momentos de mi vida muy específicos y en este video los chicos lo captaron. Me pareció re lindo poder mostrarlo en un formato que te acerca un poquito más, te introduce a lo que tenés que estar más atento en la vida.

– Tu historia se hizo pública en La Voz. Cuando cantaste la canción de Nicki Nicole…

– Yo nunca quise «robar con mi historia», siento que está re permitido porque si alguien lo tiene que hacer sos vos, pero nunca quise que eso sea la conexión con mi identidad. Igual me imaginaba que en algún momento lo iba a hacer porque tenía el privilegio de estar ahí en representación de muchas personas. A veces se crea esa historia de que hay un cierto estereotipo del tipo de trauma que sea y cuando ves alguien reconstruido es como que te da una prueba más cercana de que también lo podés hacer vos por más de que sea difícil. 

– ¿Te despertó algo la canción de Nicki Nicole?

– Yo sentía que cantando esta canción en primera persona tenía un sentimiento más grande que cuando la escuchaba solamente. Y me hacía ilusión la idea de cantarla frente a gente y tener todos los recursos que te ayudan en un canal de televisión. Hay un momento donde yo hice un arreglito y alguien dijo “wow” re fuerte y yo estaba con in ears pero igual escuchaba los aplausos de la gente y pensaba: «qué bueno que lo que yo tengo en la mente que es transmitir esto está pasando». Trabajo muchísimo en lo intrapersonal. Me fascina eso de poder conocerte, pero también en eso tenés ese recurso de tirar un puentecito para que alguien más lo pueda hacer. Por eso aproveché ese momento para que sepan que no es solamente cantar, hay mucho detrás. Yo vine a eso también, a buscar gente que conozca lo que hago, pero además a posicionarme como esta representante.

– ¿Creés que tu música tiene un mensaje?

– Si, sin mensaje no habría música. Yo no podría cantar sobre cualquier cosa, por ejemplo: que me tomé un café. Me parece lindo también que haya gente que llene esos espacios. Pero lo que yo quiero hacer toda mi vida es poner esto en palabras como más me sale, que es cantando y escribiendo canciones. Porque por alguna razón, yo me quedé y no me morí cuando me quería morir. Estoy re contenta de estar, y quiero estar con sentido y con intención.

– ¿Te gustaría contar qué fue lo que pasó? Entiendo que te gusta que se digan las cosas con nombre y apellido. Cuando hablamos de esta situación, ¿a qué nos referimos?

– Estamos hablando de abuso, lo que tiene de distinto, es que según lo que me acuerdo, habrá sido como a mis 7 años que empecé a sufrirlos y fue varias veces, no me acuerdo cuántas. Pero perdí la memoria de eso hasta mis 15 años. A finales de año de 2018 recuperé la memoria en una charla de la escuela donde se hablaba de adicciones, que decían: «adicciones no pueden hablar», y ahí me cayó «yo no puedo hablar». Sabía por qué, sabía quién pero no me acordaba nada más. Y por meses -como hace poco había muerto el papá de mi mamá- yo me lo aguanté porque decía: «no es el momento», entonces estaba en este proceso de mirarme al espejo para convencerme de nuevo de que no había pasado nada y volver a perder la memoria, que me deje tranquila un rato. Estuve sin recordar 7 – 8 años más o menos. 

– ¿En qué momento pudiste conversarlo con tu familia?

– Yo me acordé en noviembre y en marzo recién hablé, todavía no había cumplido 16 años, y en ese momento la comida para mi era un trámite que yo tenía que hacer para seguir viva y mi mamá no entendía qué me pasaba, ella pensaba que tenía algún trastorno de alimentación. No sabía cómo explicarle que ni yo entendía. Y un día de marzo estaba enferma y vomité, entonces mi mamá dijo: «¿qué es lo que está pasando? ¿Vos te ves gorda?». Y yo dije: «bueno, le voy a tener que decir».

– ¿Qué dijo tu familia cuando se enteró que tu abuelo te abusó?

– Hubo una charla pero yo no estuve porque estaba con fiebre, pero en resumen fue: «de esto no se puede decir nada». Mi mamá fue la que empezó a romper un poco esa regla, le contó a su familia, le contó a un tío, le contó a mi abuela. Pero siempre estaba ese miedo de cómo va a reaccionar la otra persona, si se va a morir, si va a ir con un cuchillo a la casa. Y para distraerme yo iba a cantar a la iglesia y estaba en la plataforma y mi abuelo a la izquierda en la segunda fila. Entonces fue un año de tener memoria, de haber hablado pero a la vez de seguir teniendo un encuentro constante con mi abusador. Hasta que llegó un momento que – gracias a mi mamá – pedimos por favor que no pasara más esta situación. No tenía sentido que yo sea la persona que se tenga que esconder. Sé que yo seguí tanto tiempo ahí porque tenía amigos y música que me hacían sentirme mejor, sino me hubiera ido antes. Pero de alguna forma estaba con todo lo malo y un par de buenas razones para quedarme.

– Ese cuidado que tuvieron con él, nadie lo tuvo con vos. Piensan en la reacción de él sobre un delito que cometió él. ¿Y quién se pone en tu lugar? ¿Sentís que alguien se puso en tu lugar?

– Mis viejos, mi hermano, mi abuela y después el hermano mayor de mi vieja y su familia, ellos son hoy mi familia. Porque un par de años después empecé a cortar vínculos, obviamente que con ese señor no tengo relación desde que recuperé la memoria. Y ese año de tanto cambio fue recontra difícil y sin asistencia terapéutica. Después empecé terapia y de ahí salió ese pedido de no cruzármelo más, porque estaba muy mal, cuando intentaba comer no podía tragar, se me cerraba la garganta. Fue ahí en ese momento que empecé a trabajar mucho en qué es lo que necesito, en dármelo y buscarlo. Todo esto mientras me moría, porque con mucha suerte podía comer media manzana, media galletita de agua. Todas las mañanas tenía ataques de pánico: taquicardia, se me dormían las manos, me temblaba todo y terminaba en vomitar.

-¿Esto era todos los días?

-Sí, y yo me había acostumbrado a convivir con dolor y debilidad en el cuerpo, además de que todos los días lloraba todo lo que no había llorado en 7 años. Me bañaba sentada porque no tenía fuerza para estar parada. Toda esta gran debilidad me llevó al punto de que un día, acostada, me desperté porque mi cuerpo no tenía la fuerza para respirar en automático. Me levanté como pude y ahí a mi misma me dije: «hasta acá llegué». Yo todos los días me quería levantar y comer, «pero no tiene sentido seguir intentando, me quiero morir», me dije. Sabía que mis viejos no iban a dejar que eso pase y pensé: «bueno, que me internen», yo no lo voy a seguir intentando.

– ¿En qué fecha fue?

– Esto fue desde enero de 2020, antes de la pandemia. Ese mismo día mi mamá dijo: «vamos a llamar a la abuela». Mi abuela materna para mi es la representación de la fuerza en una persona, es alguien que vivió muchas cosas desde muy chiquitita y hasta el día de hoy le sigue pasando de todo, todo el tiempo. Y cuando la llamé me dijo: «yo todos los días tengo esa lucha y me levanto». Y para mi ver una persona que era tan entera tener que seguir peleando, dije: «bueno, algo de esperanza me queda, me voy a quedar un día más». Y ese día me quedé, y al día siguiente también, y hasta el día de hoy me sigo quedando. Pero cuando fuiste tan lastimada y cuando te robaron tanto -el poder de decidir, tu palabra, tu integridad- y yo no tenía la chance de decir sí o no, hay un momento en el que decís «quiero decidir empezar a recuperar todo”, porque no es que quedás vacía para toda la vida, existe la chance de volver a armarte y de volver a llenarte, pegada con pegamento porque no vas a ser la misma persona. 

– Hoy te veo bien, supongo que seguís viviendo día a día. ¿En qué momento sentís que empezaste a remontar y a recuperar tu vida?

– A pesar de todo lo difícil que fue, el hecho de que en la pandemia se haya virtualizado todo a mí me permitió continuar mi educación secundaria mientras estaba en un momento tan vulnerable física y mentalmente, sobre todo por esta exigencia que vos tenés en decir: «ya quiero estar bien y te exigís». Yo creo que empecé a remontar un par de meses antes porque ya me sentía mejor, seguí haciendo mucha música. Por un lado me re ayudó, pero por el otro significaba ir a una comunidad de gente que todo el tiempo resaltaba mi delgadez, entonces, era eso, voy y canto pero a la vez era escuchar: «¿qué flaquita que estás», «¿estás enferma?, «pasame la receta para estar así».

– ¿Seguís creyendo en Dios?

– Mi mamá me enseñó a agradecer lo que tengo en el momento mientras espero que venga lo que quiero que pase en otro momento. Hoy yo sólo le creo a Dios y no creo en grupos ni en instituciones, ni en estos humanos idolatrados. Lo único que quiero que tenga que ver con una comunidad de fe es compartir con gente que crea en Dios y que por sobre todas las cosas tenga la capacidad de sentir amor por los demás. Que no te tiene que pasar a vos, ni a tu prima, ni a tu vecina para que te duela en el alma. Solo quiero rodearme de ese tipo de gente, no importa si crees en Dios o no, pero que tengas un corazón listo para sentir por los demás. Que te duela en el corazón y que no puedas entender en tu mente cómo hay personas que pueden dañar a otras. Todas las noches me voy a dormir agradeciendo que lo tengo.

– ¿De qué trata tu nueva música?

– Estoy muy emocionada por lo que viene. La canción que va a salir a fin de mes se basa en un momento muy específico de mi vida que es estar entre la reputación y la dignidad. La reputación externa y la dignidad interna. Y todavía no haber podido salir de ese ciclo en el que es más importante un grupo que una persona. A mi me gusta mucho usar muchas voces. Y en esta canción hay un par que son como unos virus que se meten a la mente, los virus del pasado que te dicen «callate niña, callate», y las otras son el virus de la supervivencia que cuando estás rearmándote tiende a irse a extremos para protegerte. Estamos haciendo cosas con mucho propósito, todo lo que suena tiene un por qué.

– ¿Cómo es tu proceso creativo?

– Generalmente primero escribo, las letras me parecen súper importantes. Ahora estoy aprendiendo a producir muy de a poco, pero antes grababa las ideas de instrumentos con la voz y cuando iba a sesión lo mostraba. Me gusta mucho darme cuenta de que estoy recontra presente en toda la producción, un 80 – 90% de las ideas que suenan salió de mi cabeza con un porqué, todos los sonidos que elegimos tienen una explicación.

– ¿Te considerás autora – compositora?

– Siempre fui, empecé a escribir canciones a los 10 años y cuando era más chica escribía cuentos. Yo sabía que quería ser escritora o profesora de inglés y no hice ninguna de las dos, hoy odiaría ser cualquiera de esas dos. Pero soy cantante y compositora.

– ¿Cómo es un día de tu vida?

– Desde que dejé la carrera, me despierto y estoy pensando en mi música, y me voy a dormir con música en la mente. Sueño a veces con música, pero me levanto y ya estoy pensando. Y estoy todo el día pensando en eso, y me gusta pensarlo dando pistas, en mi mente soy Taylor Swift, que ella pone un 13 y la gente sabe qué significa.

– Ese verde flúor que usaste para tu EP, ¿tiene un por qué?

– Sí, cuando hice la primera maqueta de «Ruido», yo veía ese verde y ese negro. Me inspiré mucho en la ciudad, en el caos. En las visuales yo quería mostrar ese contraste de la oscuridad, la suciedad de lo roto con una luz bien llamativa, bien conformada como el verde neón y traer la idea del graffiti que es la portada de mi EP. 

– ¿Cómo te llevás con lo digital? 

– A mi me parece un punto a favor, por ejemplo, al no tocar instrumentos, hoy que estoy produciendo aprieto A, F, T  en la compu y ya toco tres notas. Para la gente que trabaja independiente como yo, todo lo que te ofrece internet lo agarrás porque estás en un momento de autogestión completa y si no lo hacés vos no lo hace nadie. Tenés que estar todos los días al palo, haciendo.

– ¿Cómo es tu experiencia con Ableton? Esas tomas que hacías de tu voz en el celu hoy ya están transformadas…

– Hoy ya son las oficiales y tengo la chance de grabar la voz desde mi casa y de pasar las horas que quiera, hago las capas que quiero y grabo las veces que sea necesario. Me encanta dedicarme a mis voces. Los procesos son muy poquitos y yo me enfoco en grabar exactamente como quiero que suene. Soy muy fanática de la voz, por sobre todas las cosas yo soy vocalista. Estudié canto desde re chica y siempre me enfoqué en que suene bien. Las voces están sobre mi hombro, las tengo que hacer bien.

– ¿Te formaste para eso no? ¿Cómo y con quién estudiaste?

– Siento que toda mi vida me estuve preparando para esto sin saberlo. Mi mamá fue coach como diez años, entonces crecí y escuchando las clases y haciendo los ejercicios que ella decía. Ella me coacheaba para cantar en un acto de la escuela, para cantar «Noche de paz» en la iglesia. A los 12 empecé con mi primera profe en Villa del Parque. Después empecé a tomar clases en Capital, hasta que dí con Natalia Welbey, que fue con quien yo me encontré realmente con lo que podía hacer con mi voz y ahí me abrió la cabeza completamente. La tuve solo dos años pero se sintió como si fuera eterno.

– Contá quién fue Naty…

– Naty fue mi mejor profe, mi mamá musical, mi cantante favorita. Fue la directora del Coro Gospel de Argentina y es algo que hoy me mantiene en contacto con ella. Cuando ella se fue tan inesperadamente para mí fue un golpe recontra fuerte, dejé de tener ese sentido maternal en la música de la nada y me sentí sola, pero a la vez sabía que ella me había dado todo lo que necesitaba para seguir adelante y eso también me producía una culpa de decir: ¿por qué puedo sin ella? Me gustaría que ella esté, me gustaría que escuche. ¿Qué pensaría ella de todo lo que estoy haciendo? Me gustaría saber sus palabras exactas. Ella también va a estar en mis nuevas canciones. 

– ¿Qué proyectás para el futuro? No pienses en un futuro tan lejano, te pregunto de acá a diciembre… 

– Yo me veo con un álbum afuera tal vez, dando todo de acá en adelante para contar esta historia y terminar de cerrarla y ahí hacer como un punto y empezar a enfocar mi mente siempre en la música pero desde otra perspectiva de la vida. Quiero contar esto, pero que mi música no sea solo hablar del horror y de los malos momentos. No sé quién seré a fin de año, pero tengo mucha expectativa.

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Jazmín Sparta en la grabación de "Ruido". Crédito de foto: Candelaria Ríos Burgoa.

Por Flor Sosa

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