Family Clan: “Cuando estamos componiendo, somos artistas y cuando pensamos en el plan de marketing, somos empresarios”

MCH el Markuzi, Andru Santos y Tom Vin conforman la banda que desde el rap explora géneros como el dembow, trap y dance hall. Este sábado 14 de octubre se presentan en el Festival Saldías en Ciudad de Buenos Aires.

Por Florencia Sosa

“Los hermanos sean unidos, esa es la ley primera…”, la máxima que escribió José Hernández en el Martín Fierro aplica a la relación entre MCH el Markuzi, Andru Santos y Tom Vin. Nacieron en Estados Unidos pero se criaron en Argentina, la tierra de su madre, además, tienen raíces coreanas, por parte de su padre.

La mixtura cultural se traslada a su propuesta musical, si bien los tres iniciaron sus carreras de manera individual el apoyo constante en sus proyectos les hizo darse cuenta que en realidad eran un equipo con una misma pasión: la música. Family Clan es el proyecto que los une como artistas pero también como hermanos que construyeron sus propios códigos, protocolos y reglas para poder trabajar juntos.

La seriedad, el compromiso y el respeto son tres cualidades que los caracterizan por igual y que les permite fortalecer día a día su vínculo de total confianza para avanzar sólidamente en la industria de la música. En esta entrevista conversamos en profundidad sobre su historia, su presente y la música que vendrá.

– Empezamos con una ronda de presentaciones. ¿Cómo se autodefinen?

– Mi nombre es Marcos Chough, a.k.a MCH el Markuzi, soy el menor del Family Clan, tengo 21 años. Creo que el rol que cumplo en el grupo es ser el hermano más chico, el que desempata y el que viene más del palo del freestyle y del rap, de todo lo que fue furor en mi generación cuando era adolescente.

– Yo soy Andru Santos, tengo 26 años, soy el hermano del medio. Creo que el rol que cumplo en el Family Clan es un poco el de la estructura, me gusta estar en eso. Desde el punto de vista musical estuve en un intermedio entre los dos, con Tomi tuvimos bandas de chicos, pero me acerqué a la cultura del Hip Hop con el grafitti y más adelante me metí en el rap. De edad y de gustos siempre estuve en el medio, soy como un nexo entre los dos.

– Yo soy Tomás, Tom Vin es mi nombre artístico, el mayor. Tuvimos bandas de chicos con Andru, yo vengo del palo del rock, tengo 29 años, toqué en varias bandas, empecé con la batería, después la guitarra. Siempre fui mutando entre distintas cosas y hoy terminé haciendo lo que hacemos. El rol que cumplo acá es el del síndrome del hermano mayor, ser un poco el “ortiva” cuando hay que serlo e insistir con la responsabilidad.

– ¿Qué géneros les atraen? Yo escuché de todo en el Family Clan

Andru: Personalmente, a la hora de escribir parto del rap, a veces desde la guitarra también. Lo mismo que decía antes, como un intermedio, pero ahora a la hora de componer parto del rap y después me voy pasando a distintos géneros. Como también soy productor, me expando a distintos lugares.

– ¿De qué va esta decisión de unirse en un proyecto musical? ¿Cómo llevan su relación de hermanos?

Tom: Si bien el proyecto empezó seriamente hace dos años, desde antes ya todos hacíamos música y quizás producíamos algún tema juntos, naturalmente siempre nos bancabamos mucho en nuestros proyectos individuales.

Markuzi: Claro, es como que ya estábamos literalmente haciendo todo lo que haríamos si hiciéramos música juntos, excepto las canciones. Cada uno tenía su carrera como solista, sin embargo, todos los domingos nos juntábamos a hacer reunión y hablar de: «che, está jugando hacer esto en Tik Tok»; «che, en Instagram te conviene hacer esto»; «che, yo voy a sacar tema tal día para no pisarnos» y mirábamos fechas. Ya había un equipo formado pero no existían las canciones juntos, hasta que un día dijimos: «che, no tiene sentido esto, vamos a aprovechar para formar el grupo».

Andru: Arrancó todo con la pandemia, estábamos encerrados, entonces, inevitablemente hacíamos música con la gente que teníamos a mano y éramos nosotros. El plan inicial era hacer un E.P juntos y llamó la atención a mucha gente, entonces, decidimos prolongar el concepto de Family Clan y seguir cultivándolo. También nos dimos cuenta que como estructura también funcionabamos muy bien como hermanos, más allá de que al principio tuvimos peleas que no tenían sentido, cada decisión era re tediosa, discusiones de dos horas para decidir una cosita. Pero con el tiempo dijimos: «bueno, si queremos que funcione lo más importante que tenemos entre los tres es la confianza», eso es muy difícil de encontrar, según lo que observamos nosotros en la industria musical. Poner las manos en el fuego pase lo que pase, dijimos: «somos tres, los tres le queremos meter, vamos a resolver estas cosas mínimas estructurales y la cosa va a funcionar».

Tom: Era casi inevitable, ¿por qué no lo haríamos? Ya nos llevábamos muy bien, si bien había diferencias, nos llevábamos muy bien, teníamos la misma pasión. Hay mucha gente sola también en la industria, es muy difícil hacer todo solo, las redes sociales, los videoclips, pagar todo, moverme, el show. Entonces, tenés dos personas que son amigos, son hermanos y tienen la misma pasión que vos, la vida te dio algo que si no aprovechás sería un gran error.

– ¿De dónde viene este amor por la música que comparten?

Tom: Nacimos en Estados Unidos, mi viejo es yankee pero es hijo de inmigrantes coreanos, de Corea del Sur, viajaron a Estados Unidos, se instalaron ahí y nació mi viejo. Por eso nuestros rasgos. Mi vieja si es Argentina, entonces tenemos rasgos coreanos pero nacimos en Estados Unidos y nos criamos en Argentina.

– ¿Cuándo vinieron a Argentina?

Tom: Vine a los 11 años, me acuerdo de ir al colegio allá, Andru tenía 9 años, y Markuzi a los 2 años. Siempre tenemos relación con la familia de Estados Unidos, con mi viejo hablamos en inglés, tenemos una mezcla cultural bastante rara.

Mi vieja siempre tocó la guitarra y cuando era bebé me tocaba canciones, es como que me introdujo un lado musical desde muy temprana edad. Mis viejos siempre pusieron música en casa, no son músicos ni se dedican. De chico me atraía la música, eso de que una persona se para delante de mucha gente y toca. Después a los 12 -13 años empecé a conocer más el rock, Andru empezó a tocar la guitarra, yo empecé a tocar la batería, y armamos una banda, escribimos temas y salimos a tocar.

Andru: Arranqué tocando la guitarra, porque mi vieja y toda su familia son de Daireaux, un pueblo de Buenos Aires, donde hay mucho folclore y yo veía a mis tíos tocando en el patio de casa y estaba recién mudado a Argentina y decía: «bueno, esto es lo que significa ser argentino, tomar mate y tocar folclore». Quería pertenecer y empecé a tocar la guitarra, zamba, chacarera, mi vieja me enseñó y ahí se desenvolvió todo lo demás.

Markuzi: A mi me llegó muy distinto, los primeros artistas a los que admiré eran mis hermanos, ellos tenían una banda de punk rock y Tomi tocaba la batería, Andru tocaba la guitarra y cantaba y mi primo tocaba el bajo. Mis hermanos más grandes y mi primo en una banda para mi eran los más capos, los veía como unos héroes. Tocaban en el teatro de mi colegio y yo les decía a mis amigos que ellos estaban ahí, siempre los admiré y me atrajo la música por ellos. Después, a los 13 – 14 años empezó a llegar las compes de rap a mi generación y así fue como empecé a hacer música. Arranqué tirando freestyle y yendo a las competencias, y de ahí pasé al famoso home studio, me acuerdo que cuando le llegó el micrófono por primera vez a un amigo con el que iba a las compes, ni siquiera placa teníamos, enchufamos literalmente el micrófono USB a la computadora y nos grabamos un tema así y desde ahí no paré.

– En septiembre se fueron a la isla del Tigre a producir, es la música que se viene, ¿qué pueden adelantar de ese material?

Markuzi: Fue un viaje increíble, el primer EP empezó por primera vez en la isla, no es que tenemos familia ahí, ni nada, solo dijimos: «vamos a alquilar algo en algún lado para ir a grabar y concentrarnos, nos desconectamos de los celulares y le metemos». Esta es la segunda vez que hicimos lo mismo, estuvimos grabando todos los días, así que se vienen unos pares de singles del Family Clan. Ya sacamos uno que es el dembow, se llama «Kameja», que lo grabamos antes de ir a la isla. Y ahora ya estamos refinando los próximos con un productor amigo, Ale Cornejo, le da una vuelta de tuerca más técnica y profesional.

– Veo que en sus videos hay una gran producción: ¿con quiénes trabajan?

Tom: Siempre nos interesó, nos gusta poner nuestra impronta artística en los videos y no solo estar ahí cantando y rapeando. Desde los primeros videos que hicimos con el celular y menos presupuesto, nos juntamos, craneamos la idea, pensamos qué queremos transmitir con este video, cómo nos queremos vestir, qué colores. Con el tiempo fuimos sumando gente, laburando con filmmakers, este último video los filmó Shortimes. Por otro lado, tenemos una amiga, Luli Cabanela que hace el arte, nos dimos cuenta que es muy importante que salga la escenografía y que todos los colores estén en un mismo plano, y que coincida hace que el video sea mucho más contundente. Después tenemos muchos amigos que son muy fieles y nos siguen a todos lados, si los llamamos para un video se suman.

Markuzi: En lo personal me divierte mucho armar el guión del video, sentarme a escribir y ponerme a ver la letra del tema donde digo: «en tal minuto de la canción pasa esto». Siento que cuando compongo temas a la par me imagino el video, pienso: «uy qué buena barra, en el video puede aparecer esto». El video es el producto final que parte de una idea flashera. En el tema de Kameja donde dice: «agarro el cigarrillo con los chopsticks», ahí en el video no quedaba otra que agarrar los palitos chinos y fumarse un cigarro con eso.

Andru: Soy de los conceptos, tener una identidad artística está antes que los videos, si tenes eso bien definido lo demás va saliendo solo, ya sabés qué sí y qué no.

– ¿Cuál es el mensaje que transmiten desde su música?

Andru: Como Family Clan nuestra meta es inspirar a través de nuestros valores y maneras de hacer las cosas en la música. A partir de ahí queremos inspirar a un pibe que está arrancando autogestivo, y decir: «esto se puede hacer, si te juntás con gente, si lo hacen entre muchos, si todos ponen un poco se puede avanzar». A veces parece muy lejano, pero el primer paso es creer que es posible, entendemos que las circunstancias de cada uno afectan mucho, que hay gente que por ahí la tiene más difícil o más fácil. Pero si ya tenés el bloqueo mental de que no podés o no te lo merecés te vas a limitar vos solo. Creemos que es posible, lo llevamos a cabo, armamos un equipo con lo que tenemos a mano y vamos alcanzando metas entre todos.

Markuzi: Siento que promovemos la unión entre hermanos. Hay mucha gente que se distancia de sus hermanos por el simple hecho de que nunca se sentaron a hablar las cosas. Nosotros nos estamos jugando a ir por un camino lleno de dificultades, obstáculos, tentaciones, y si logramos mantener esa unión entre hermanos va a ser una buena historia para contar. Todo el mundo nos destaca siempre eso: «bien ahí que hagas música con tus hermanos».

Tom: La familia para nosotros es muy importante, somos muchos de parte de mi vieja y mi viejo, lo valoramos. Nosotros no somos especiales y también en algún momento creíamos que no era posible. Somos muy de la palabra, cuando decimos que vamos a hacer algo, lo hacemos; y no decimos nada cuando sabemos que no lo vamos a hacer. Nos gustan las relaciones de confianza, no vender humo, que todo sea claro y directo.

Andru: Con hermanos se da una confianza y una seguridad para decir las cosas que con otros por ahí no, que puede jugarte en contra o a favor. A la hora de hacer música si algo me parece una mierda se lo digo de una y no hay filtro. También funciona tan bien porque siempre vamos a decirnos lo que pensamos, y los tres ya tenemos el código de que queremos lo mejor para todos. Eso es algo muy especial porque no cualquiera tiene a dos personas que les está diciendo la posta y que te mantiene en el eje.

– ¿Cómo transita Family Clan el camino de la industria de la música?

Andru: La perspectiva de los tres ayuda mucho, es muy fácil si estás solo tomar malas decisiones o nublarte y quedarte en la tuya y no ver las oportunidades. Tres pares de oídos sirven mucho más que dos. Si los tres opinamos algo distinto buscamos la opinión de un cuarto. Y “mayoría gana”, tenemos esa regla, si dos opinan algo y el otro no está de acuerdo, se tiene que callar para que sea más dinámico todo.

Markuzi: Eso te hace más humilde, a mi me ha pasado que yo estaba re seguro de mi postura y ellos dos me dicen: «no es así». Ahí es donde yo digo: «entonces, estaré flashando yo», no puede ser que los dos estén en una postura opuesta a la mía. Eso es lo bueno de ser tres.

Andru: Ayuda a ser parte de algo más grande de uno que te pone en la misma página, hay un objetivo en común que es más grande que la individualidad, el ego y los deseos de cada uno.

Tom: Somos personas de ego y desde ese lugar aprendimos, no es que somos tan humildes que podemos hacer esto. Pelear, discutir y tener muchos errores nos hizo ir aprendiendo y tener reglas.

– Además de la música, ¿se dedican a algo más?

Tom: Sí, los tres, particularmente soy escritor publicitario freelancer. Los tres laburamos de manera freelance en nuestra casa para poder tener tiempo para la música porque a medida que crecemos es más demandante.

Andru: Soy productor musical, además de artista, hago producciones para canales, series, un poco de todo.

Markuzi: Soy guionista para videos de Youtube, por ejemplo: «top 10 cosas que no sabías antes de este video», yo escribo lo que va a decir el narrador. Ahora trabajo exclusivamente para canales de deportes, mucho UFC, NFL, NBA, noticias del momento.

– ¿Tienen técnicas para componer?

Tom: En principio, mi manera de componer siempre fue la guitarra porque fue el primer instrumento que pude usar para tirar acordes y melodías. Pero tengo varias maneras, una es tocar, armar una secuencia de acordes y después escribir la letra. Otra es que se me ocurra una melodía en mi cabeza y adaptar los acordes a eso. Y después aprendí a producirme a mi mismo, abrir el software, buscar unos sintes, armar el beat y tirar arriba de eso. Algo que aprendí de mis hermanos es hacer un beat o una secuencia de acordes y tirar dos o tres tomas enteras balbuceando melodías pero sin letra, y después encima escribo.

Andru: Varío mucho en lo que me despierte la inspiración ese día, es escribir directo con el celu, o tiro un freestyle o balbuceo en el mic o agarro la guitarra. Va variando de acuerdo a cómo me siento. Antes era más estructurado, armaba el tema y después escribía, pero fui encontrando que hay otras maneras también.

Markuzi: Creo que tengo dos maneras muy marcadas, primero escribo sin saber el beat pero imaginándome la melodía; y otra es ponerme a escuchar un beat y como yo siempre tiré free arranco de una porque a veces arranco a rapear antes de que explote el beat. Una vez que agarro un buen flow lo siento en el cuerpo y me quedo con eso. Lo bueno del freestyle es que es muy intuitivo y muy de una, no la dudás tanto, no es «pienso que queda bien», sino «siento que queda bien».

Andru: Sí, es muy intuitiva la composición. Nunca sabés bien qué va a funcionar, podés pensar que algo es un hit y después lo sacás y nada, y otro que lo sacaste así nomás explota. Tampoco la meta es estar atrás de eso porque terminás haciendo música de mierda y está bueno enfocarte en la música en el momento que lo estás haciendo. Después, cuando tenés que pensar el plan de marketing te ponés en modo frío para decir qué funciona y qué no, qué hacemos en Tik Tok. Cuando estamos componiendo somos artistas y cuando estamos pensando en el plan de marketing somos empresarios.

– ¿Cómo se ven en un futuro cercano?

Tom: Me gustaría estar viviendo al cien de la música. Del año pasado a este año se dieron cosas muy interesantes, ver que hay gente en la industria que cree en nosotros, más allá de nuestros amigos, para mi es un montón. Nos llamaron a tocar en el Festival Saldías el 14 de octubre, es una gran oportunidad y mientras sigan saliendo cosas así, voy a estar re contento.

Andru: Le venimos metiendo muy parejo a todo, así que creo que de acá a un año vamos a estar en un lugar piola, no se si ya viviendo de la música, pero quizás trabajando en otras cosas menos tiempo. Porque terminamos laburando 12 horas por día porque hay cosas en la carrera artística que no son hacer música, claramente, entonces tenemos nuestro laburo y el resto del día estamos haciendo cosas por nuestra carrera. Lo más lindo sería poder aliviar esa carga y poder despejar nuestra mente, decir: «la música ya me está dando suficientes recursos para solo enfocarme en esto y no tener que poner de mi bolsillo constantemente». Eso sería el ideal, pero hoy estamos muy agradecidos por cada oportunidad, la re valoramos porque sabemos que costó llegar hasta acá. No arrancamos con contactos, lo hicimos todo desde cero. Para el Saldías ya estamos ensayando, queremos dar un show que sobresalga.

Markuzi: De acá a un año creo que lo que más vamos a refinar es que la gente no solo conozca nuestros temas sino un poco más sobre nosotros.

¿Qué escuchan los integrantes de Family Clan?

Andru escucha Cruz Cafuné, Brent Faiyaz, Mac Miller, Loki, Héctor Laboe, Bob Marley, Notorious Vip.

Markuzi escucha a Kendrick Lamar, Travis Scott, Leïti Sène, Drake, Jack Harlow, Mir Nicolás, West Dubai, Eladio Carrión.

Tom escucha a Jack Harlow, Dominic Fike, Drake, Bad Bunny, Feid, Frank Ocean, Eddie Zuko.

Por Flor Sosa

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