Deezer enfrenta la proliferación de música generada por IA y toma medidas para regularla

El servicio de música de streaming revela que aproximadamente el 10% del contenido diario subido a su plataforma está compuesto por pistas completamente generadas por inteligencia artificial. Para contrarrestar este fenómeno, la compañía ha implementado una herramienta avanzada de detección que regula el contenido generado artificialmente. Esta medida busca proteger tanto la experiencia del usuario como los derechos de los artistas.

La música generada por inteligencia artificial (IA) ha invadido rápidamente las plataformas de streaming, y Deezer, uno de los servicios más importantes del sector, ha confirmado que cada día recibe alrededor de 10,000 pistas creadas completamente por IA. Este fenómeno representa aproximadamente el 10% del contenido subido diariamente a la plataforma, lo que plantea desafíos importantes tanto para la calidad del contenido como para la protección de los derechos de los artistas.

En respuesta a este aumento de música artificialmente generada, Deezer ha implementado una «herramienta avanzada» para detectar y regular dicho contenido. Esta tecnología busca asegurar que las pistas generadas por IA no afecten negativamente la experiencia del usuario ni violen los derechos de autor de los creadores humanos. Aunque la IA tiene el potencial de transformar la música, la plataforma ha dejado claro que su uso debe ser responsable, y por ello, han decidido excluir las canciones creadas exclusivamente con IA de sus recomendaciones algorítmicas y editoriales.

El volumen de contenido generado por IA que sube a Deezer ha llamado la atención de la industria musical en su conjunto. La compañía explicó que la herramienta de detección que ha lanzado es más eficaz que otras tecnologías existentes, superando las limitaciones de los modelos actuales, los cuales a menudo fallan ante nuevas variantes de IA. A través de esta herramienta, Deezer puede identificar música producida por modelos populares como Suno y Udio, además de estar preparada para adaptarse a otros sistemas en el futuro.

A medida que la IA gana terreno en el ámbito musical, también surgen importantes cuestiones legales y éticas. Herramientas como Suno y Udio han sido objeto de demandas por el uso no autorizado de música protegida por derechos de autor en el entrenamiento de sus modelos. La sociedad alemana de derechos de autor GEMA, por ejemplo, ha demandado a Suno, lo que pone en evidencia la creciente necesidad de un marco regulatorio más claro que aborde el uso de la IA en la industria musical.

Reconociendo los riesgos económicos y legales asociados con la proliferación de música generada por IA, Deezer ha tomado medidas para proteger tanto a los artistas como a los usuarios. En 2023, la plataforma implementó un modelo de pago centrado en el artista, junto con Universal Music Group, para premiar a los músicos con mayores audiencias, mientras que al mismo tiempo busca desalentar la creación de pistas de baja calidad o fabricadas con fines fraudulentos de generar ingresos a través de regalías.

Este modelo ha sido adoptado por otras empresas importantes de la industria, como Warner Music Group y la organización de licencias Merlin. A través de estas iniciativas, Deezer ha demostrado que es posible encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la protección de los derechos de los artistas, buscando evitar la saturación de contenido de baja calidad en su plataforma.

La amenaza económica que representa la música generada por IA no es menor. Según un informe de la CISAC (Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores), se estima que la IA podría reducir hasta en un 24% los ingresos de los creadores de música para 2028. Esta pérdida se traduciría en una caída acumulada de 22,000 millones de euros en ingresos para los artistas y creadores de contenido en los próximos cinco años, lo que subraya la magnitud del problema económico.

La creciente presencia de la música generada por IA en plataformas como Deezer también ha llevado a un debate más amplio sobre la necesidad de establecer normativas claras en torno a este fenómeno. Gadi Oron, director general de CISAC, advirtió que los desarrolladores de IA aún no han firmado acuerdos de licencia con las organizaciones de gestión colectiva que representan a los creadores de música, lo que agrava aún más los riesgos económicos para los artistas.

La lucha contra la proliferación de contenido generado artificialmente es una cuestión que involucra tanto la innovación tecnológica como la preservación de la autenticidad y el valor del trabajo creativo en la industria musical. A medida que la IA sigue avanzando, será crucial encontrar un equilibrio que beneficie tanto a los artistas como a los usuarios, sin sacrificar la integridad del arte musical.

Por Flor Sosa

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