Cana San Martín: “Cuando nuestra actividad se ve golpeada, se olvidan que también se caen otras economías paralelas”

El ingeniero de audio reflexiona sobre el desarrollo de la industria musical en relación a la educación y la política. Por Florencia Sosa

Juan Cana San Martín
Crédito de foto: Audio Engineering Society

Juan “Cana” San Martín es ingeniero de audio argentino, dueño del estudio “Astor Mastering” donde se dedica a la mezcla y mastering. Ha realizado grabaciones en estudios de Argentina como ION, Panda, Circo Beat, El Pie y Zanessi y en Virtue & Vice de Nueva York. Además, es consultor acústico con más de 80 instalaciones diseñadas, entre ellas las Cámaras de Diputados y Senadores anexas de Argentina. 

Esta nota recupera su participación en el podcast “Diálogos con Productor@s Musicales», para acercar reflexiones sobre la actualidad de la industria musical argentina en su relación con la educación y la política. 

La nueva generación de la música argentina

La visión de Cana sobre los artistas jóvenes emergentes de los últimos años es muy positiva: “la vieja escuela mira a los chicos de ahora con malos ojos, y los pibes de ahora la tienen muy clara, son colaborativos, utilizan tecnología, entendieron el mercado y hacen el mercado. Yo tengo 39 años y soy un ‘viejo choto’ al lado de ellos, no les puedo seguir el ritmo a veces”. 

El ingeniero también reconoce que “un pibe joven no se las sabe todas, pero es real que un pibe está en un momento creativo mucho más explosivo que una persona de 60 años”. Entonces, se pregunta: “¿cómo combinar toda la experiencia adquirida y todas las Topper que se gastó una persona de 60 y pico de pirulos versus todo el ímpetu, toda la falta de corrección política, la necesidad y la explosión creativa que puede tener una persona joven?” Una posible respuesta es que trabajen en conjunto, al fin y al cabo se trata de música. 

Desde hace más de 20 años Cana se dedica al sonido en vivo para artistas y bandas como Bersuit Vergarabat, Dante Spinetta, Virus, Chano, Luck Ra, China Suarez, entre otros. “Hoy volvimos a ser semillero cultural en materia musical de América Latina. Tenemos exponentes que llenan estadios fuera del país, son escuchados e influencian a gente de afuera, y vienen acá a verlos”. Dicho esto, “¿por qué entonces un guitarrista clásico sale del país y lo reciben con alfombra roja y acá va a dar un posgrado y le cobran el hotel? ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Qué valor le estamos dando a nuestra cultura y nuestra educación?”, plantea el ingeniero.

Educación e Inteligencia Artificial

El entrevistado tiene una marcada faceta como educador, además de los seminarios que brinda fuera y dentro del país, es profesor titular de la materia «Mezcla y Mastering» en la tecnicatura de sonido de la Universidad Nacional de La Plata. “La educación argentina siempre fue de nivel y la sufrimos mucho cuando se degradó”, reflexiona. 

Cana considera que no se trata solo de defender la educación en las movilizaciones: “además, hay otra lucha más que está en el aula, que es cómo ayudamos a nivelar la vara para arriba, y si bien es la más lenta de las formas de defensa, yo creo que es igual de efectiva que cuando salimos a la calle”.

El profesor sostiene que no es la formación sino más bien la educación “lo que nos da el sentido de pertenencia a nivel cultural pero sobre todo nos genera el espíritu crítico”. Se trata de la capacidad de percibir: «¿qué está pasando ahora?, ¿cómo veo amenazado mi laburo?, ¿qué puedo hacer yo para que esto no se coma mi laburo?” En este sentido, cabe señalar su aporte en los avances tecnológicos, no solo es desarrollador de plugins, también creó recientemente el bot de chat “Pro Audio Video GPT”, una enciclopedia para artistas, técnicos de sonido, video y las áreas vinculadas a la cultura y el espectáculo.

“Hoy la inteligencia artificial parece que se comió algunos eslabones de la cadena, bueno, ¿qué puedo hacer yo para que la IA no me saque mi laburo? Usarla, por ejemplo. ¿Le tenemos miedo? Sí, pero hacete amigo de tu enemigo. Hoy yo no edito audio, hoy me lo editan, pero no lo edita un pibe que cobra dos pesos con cincuenta, lo está haciendo la IA, pero me permite hacer más y delegar otras cosas. Entonces, en el momento en donde nos veamos amenazados, veamos una herramienta”, recomienda el ingeniero. 

Queda claro que para seguir trabajando en la industria de la música sus trabajadores/as deben capacitarse constantemente, lo que les obliga a multiplicar sus habilidades para fortalecer sus puestos. 

Un mensaje para los tomadores de decisiones

Si de hacer se trata, el entrevistado cuenta con una gran trayectoria como impulsor de espacios de profesionalización en el mundo del audio. Cana es miembro fundador de la Asociación Argentina de Técnicos e Ingenieros de Audio (AATIA) y fue presidente de la Audio Engineering Society (AES) Argentina. Desde esa experiencia y con preocupación por el impacto en la cultura argentina provocado por el contexto económico y político que vive nuestro país por estos días, se atreve a dejar un mensaje para “los tomadores de decisiones”.

“Nos tenemos que adaptar todos, los managers, los técnicos, los músicos y los políticos. Estos últimos se tienen que adaptar, incluso los nuevos que supuestamente son el cambio”, señala Cana y añade: “los viejos no se adaptaron. Los nuevos, adaptense por favor. El discurso está buenísimo, pero no todo estaba tan mal y todo es perfectible, un proyecto de ley se puede cambiar, un organismo se puede cambiar, las prácticas se pueden cambiar”.

“Hoy hay una polarización muy fuerte donde: ‘estas instituciones hay que cerrarlas’,’esto da pérdida’; o del otro lado: ‘hay que mantener las cosas como estaban’, ‘el statu quo porque estamos acostumbrados’, – hay mucha gente que quedó en la lona después de esto”, señala el ingeniero. 

“Veamos cómo poder mantener estructuras que no estaban andando tan mal si es que les generaban a otras estructuras capacidad de ingreso. Necesitamos de esos ingresos, necesitamos de esos apoyos, necesitamos que no nos vean como una actividad deficitaria cuando por más que sea deficitaria hay un montón de industrias conexas que dependen de que hagamos esa tarea. Eso es importante que se entienda”, argumenta Cana en su tarea pedagógica para acercar al debate otro concepto, el de la rentabilidad. “Cuesta entender que la rentabilidad no precisamente tiene que estar en lo que yo hago, pero si en lo que se genera con lo que yo hago”. 

“¿Cómo le explico a un dirigente político que tal vez la tarea que yo realizo detrás de una consola, que hace mi artista, que hace el bajista, que se hace en el estudio de grabación y lo que hace el productor, todo eso llena un River?”, se pregunta y luego añade: 

“Y ese River movió 50 mil taxis, 25 mil plazas hoteleras, cuánta guita de gastronomía que no me entra en la cabeza, imprenta, marketing…Parece que es un vox populi, pero no se dan cuenta que movemos el 10% del PBI. Y si tal artista no tiene las condiciones dadas para que se haga un River, no es que ese artista no puede cambiar el auto con ese mega show, se quedaron un montón de familias sin trabajo. Hubo una rueda interna que dejó de moverse en ese momento, y el mercado interno lo necesita. Cuando nuestra actividad se ve golpeada, se olvidan que también se caen otras economías paralelas”. 

La música en su doble valor: económico y cultural

En toda la entrevista Cana cuenta muy bien cómo funciona la economía de la actividad musical y su relación con otras industrias. Sin embargo, sobre las discusiones en torno a las políticas e instituciones de fomento a la música en nuestro país, señala que “hay algo que no entiendo por qué salió de la ecuación y no tiene que ver con economía, es cultura”. 

Se trata del doble valor de la industria musical, donde además del mercado, la identidad cultural es un aspecto que fundamenta la necesidad de políticas de resguardo a la música nacional. En este sentido, Cana señala: “es difícil el proteccionismo cuando también veneramos mucho cuando viene uno de afuera que hace 25 millones de River Plate y se la llevan toda, es muy difícil después poner en una ecuación todo eso”. 

El ingeniero nos invita a ver más allá del mainstream: “pensemos en el que no hace 10 River, sino un River, en el que hace una Trastienda, un bar de 200 o 50 personas, pensemos en la muestra de alumnos de la profesora de piano, ¿cuántas actividades artísticas?” 

“No nos olvidemos que el fomento a los artistas, en cualquiera de sus disciplinas, van a terminar haciendo que tarde o temprano ingresen esas divisas. Va a hacer que tarde o temprano puedan salir del país y mostrar lo que hacen y cómo es un trabajo, volver con una remuneración de eso. Es propiedad intelectual lo que hacemos, divisas que entran de reproducciones de canciones”, explica el profesor. 

“Muchachos, es el momento de parar un poco la oreja y mirar un poco más que el número en estas instituciones que dan una mano a las propuestas artísticas. Traten de sacar de la ecuación a estas instituciones y las manos que dan y vean cómo en muy corto plazo no solamente se caen proyectos, se caen macroeconomías”, sentencia Cana y cuenta que si bien no es economista, vive de la música y es uno de los trabajadores de la industria musical argentina que como productor técnico en algunos proyectos  “levanta el teléfono para contratar servicios”, y ahí es donde se ve globalmente gran parte del capital que circula entorno a la actividad.

 

Por Flor Sosa

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *